Me alegra volver a retomar el blog justo en este momento ya que han sido varios fines de semana a tope de actividades scouts, las cuales he cogido con muchísimas ganas después de un par de meses sin poder dedicarle todo el tiempo que me gustaría por estudios y asuntos varios:
Durante el fin de semana del 26-27 de Marzo tuvo lugar la acampada de Delegación, donde los responsables pionero de la Delegación asistentes a la acampada nos encontramos con aproximadamente 100 pioneros, frente a los cuales nos pusimos para hacerles pasar un fin de semana divertido, lleno de actividades a la par que educativo, o al menos eso intentamos. El fin de semana empezó con una marcha desde el parque de Vallesequillo, en Jerez de la frontera, hasta la finca Santa Teresa, a una media hora larga andando contando con que llevábamos lobatos, rangers e incluso algún que otro castorcillo, donde nos esperaban los scouts de El Puerto de Santa María. Nada más llegar tocaba montaje de tiendas y, por supuesto, primeras tomas de contacto con el resto de unidades y reencuentros con antiguos conocidos de otros campamentos, amigos, compañeros de clase... (sorprendente el poder que tienen este tipo de acampadas para crear amistades sin que afecte edad, ambientes o cualquier cosa... eso es una de las cosas que más me gustan de los scouts). Estas tomas de contactos se fueron convirtiendo a lo largo del fin de semana en lazos que cada vez se fueron desarrollando más y que espero que alguno acabara en alguna que otra amistad ;). Yo, mientras tanto, iba haciendo lo propio con el resto de responsables pionero: organización de actividades, controlar que los niños no se desmadraran demasiado y disfrutar un poco de lo que es pasar el fin de semana de acampada, con las típicas bromas, chistes y anécdotas de campamento y, sobretodo, tratar de estrechar lazos con mis propios pioneros, para conocerlos un poco mejor y poder ver si hay problemas entre ellos que podamos y/o debamos solucionar.
Al final del fin de semana todo salió a pedir de boca, los niños, por lo que he oído, contentos con las actividades que hicieron, se divirtieron bastante y aprendieron algunas cosillas gracias al "radioforum" de reflexión que hicimos y al mini-taller de nudos pre-día del pensamiento. Los responsables, por nuestra parte, agotados por el trajín del fin de semana, pero satisfechos por cómo habían ido las cosas, aunque con cositas en mente para el siguiente fin de semana.
El fin de semana del 1-2 de Abril convocamos en la unidad una Asamblea de Unidad, a partir de ciertos problemas que habíamos adivinado y quejas que nos habían hecho llegar. Al final de la Asamblea creo que todo quedó más o menos claro y espero que los problemillas se acaben solucionando gracias a lo que hablamos en la Asamblea. Me gustó mucho, sobretodo, que los pioneros se abrieran a los demás, sin reparos y sin broncas, y que (al menos aparentemente) entendieran las circunstancias que nos habían llevado a los responsables a no poder dedicar el tiempo necesario a las reuniones. En resumen, un fin de semana del que también salí muy satisfecho, más que el anterior.
Finalmente, el fin de semana de 9-10 de Abril tuvo lugar en el pinar de Romerijo, de El Puerto de Santa María, el Día del pensamiento, acampada pionero diseñada al más estilo tradicional, tal y como empezó Baden-Powell. En ella hemos cocinado con fuego (¡¡un sitio donde poder hacer fuego!!), hemos construido nuestros propios vivacs en los que hemos dormido y hemos hechos turnos de guardia para vigilar el campamento. Ésto era básicamente la programación del campamento, ¿¡y para qué más!?. Pero realmente nuestro campamento empezó con una marcha desde la estación de trenes de El Puerto de Santa María hasta el lugar de la acampada. Unos 5 ó 6 km cargando con: extintor, caja con rafias, material de cocina, palas, pico y bidón de agua y conmigo mapa en mano guiando a la unidad. Como NO era de esperar (¬.¬) nos perdimos, ya que se ve que los portuenses tienen la feliz costumbre de cambiar el nombre a las calles (la que en el mapa se llamaba "Camino Viejo de Rota" en la realidad es "Santa Bárbara de nosequé") y eso nos hizo llegar un poco tarde y andar un poco más de la cuenta, pero ésto me sirvió para comprobar la forma física de mi unidad, porque teniendo los responsables que tienen les conviene tener una buena actitud a la hora de hacer buenas marchas, y me sorprendieron gratamente llenándome de orgullo cuando no escuché apenas quejas, a pesar de la incomodidad de transportar los materiales y el peso que llevaban y más sabiendo que estábamos perdidos, y más me agradaron cuando a la vuelta se pusieron aún más las pilas, llegando incluso a costar alcanzar a alguno de ellos.
Marcha a parte, el campamento fue brutal también en todos los sentidos, por la experiencia de la construcción de los refugios y la dificultad (y posterior satisfacción) de cocinar en un fuego que nosotros mismo hemos encendido. Se veían refugios de todos los tipos y clases (algunos de aspectos más abstractos y otros que recordaban totalmente a una canadiense) e infinidad de torpezas a la hora de cocinar, por parte de todos, pero se veía que lo estaban pasando en grande, estaban disfrutando, estaban aprendiendo y haciendo, o afianzando, buenas amistades. En definitiva, un campamento del que, como ya viene siendo costumbre (y que así siga), me hizo volver muy satisfecho, con la sensación de haber avanzado un poco más en mi labor como scout y, lo que es más importante para mí ahora mismo, en mi aprendizaje como responsable.
tallerdedrogadicción a Estella. Ya os contaré cómo ha ido, si me es posible pasarme.
Nada más, pronto empezaré también con experiencias atrasadas, como el campamento de Navidad. Que tengáis buena semana y sed buenos y, si no lo sois, al menos, pasároslo bien ;)
Durante el fin de semana del 26-27 de Marzo tuvo lugar la acampada de Delegación, donde los responsables pionero de la Delegación asistentes a la acampada nos encontramos con aproximadamente 100 pioneros, frente a los cuales nos pusimos para hacerles pasar un fin de semana divertido, lleno de actividades a la par que educativo, o al menos eso intentamos. El fin de semana empezó con una marcha desde el parque de Vallesequillo, en Jerez de la frontera, hasta la finca Santa Teresa, a una media hora larga andando contando con que llevábamos lobatos, rangers e incluso algún que otro castorcillo, donde nos esperaban los scouts de El Puerto de Santa María. Nada más llegar tocaba montaje de tiendas y, por supuesto, primeras tomas de contacto con el resto de unidades y reencuentros con antiguos conocidos de otros campamentos, amigos, compañeros de clase... (sorprendente el poder que tienen este tipo de acampadas para crear amistades sin que afecte edad, ambientes o cualquier cosa... eso es una de las cosas que más me gustan de los scouts). Estas tomas de contactos se fueron convirtiendo a lo largo del fin de semana en lazos que cada vez se fueron desarrollando más y que espero que alguno acabara en alguna que otra amistad ;). Yo, mientras tanto, iba haciendo lo propio con el resto de responsables pionero: organización de actividades, controlar que los niños no se desmadraran demasiado y disfrutar un poco de lo que es pasar el fin de semana de acampada, con las típicas bromas, chistes y anécdotas de campamento y, sobretodo, tratar de estrechar lazos con mis propios pioneros, para conocerlos un poco mejor y poder ver si hay problemas entre ellos que podamos y/o debamos solucionar.
Al final del fin de semana todo salió a pedir de boca, los niños, por lo que he oído, contentos con las actividades que hicieron, se divirtieron bastante y aprendieron algunas cosillas gracias al "radioforum" de reflexión que hicimos y al mini-taller de nudos pre-día del pensamiento. Los responsables, por nuestra parte, agotados por el trajín del fin de semana, pero satisfechos por cómo habían ido las cosas, aunque con cositas en mente para el siguiente fin de semana.
El fin de semana del 1-2 de Abril convocamos en la unidad una Asamblea de Unidad, a partir de ciertos problemas que habíamos adivinado y quejas que nos habían hecho llegar. Al final de la Asamblea creo que todo quedó más o menos claro y espero que los problemillas se acaben solucionando gracias a lo que hablamos en la Asamblea. Me gustó mucho, sobretodo, que los pioneros se abrieran a los demás, sin reparos y sin broncas, y que (al menos aparentemente) entendieran las circunstancias que nos habían llevado a los responsables a no poder dedicar el tiempo necesario a las reuniones. En resumen, un fin de semana del que también salí muy satisfecho, más que el anterior.
Finalmente, el fin de semana de 9-10 de Abril tuvo lugar en el pinar de Romerijo, de El Puerto de Santa María, el Día del pensamiento, acampada pionero diseñada al más estilo tradicional, tal y como empezó Baden-Powell. En ella hemos cocinado con fuego (¡¡un sitio donde poder hacer fuego!!), hemos construido nuestros propios vivacs en los que hemos dormido y hemos hechos turnos de guardia para vigilar el campamento. Ésto era básicamente la programación del campamento, ¿¡y para qué más!?. Pero realmente nuestro campamento empezó con una marcha desde la estación de trenes de El Puerto de Santa María hasta el lugar de la acampada. Unos 5 ó 6 km cargando con: extintor, caja con rafias, material de cocina, palas, pico y bidón de agua y conmigo mapa en mano guiando a la unidad. Como NO era de esperar (¬.¬) nos perdimos, ya que se ve que los portuenses tienen la feliz costumbre de cambiar el nombre a las calles (la que en el mapa se llamaba "Camino Viejo de Rota" en la realidad es "Santa Bárbara de nosequé") y eso nos hizo llegar un poco tarde y andar un poco más de la cuenta, pero ésto me sirvió para comprobar la forma física de mi unidad, porque teniendo los responsables que tienen les conviene tener una buena actitud a la hora de hacer buenas marchas, y me sorprendieron gratamente llenándome de orgullo cuando no escuché apenas quejas, a pesar de la incomodidad de transportar los materiales y el peso que llevaban y más sabiendo que estábamos perdidos, y más me agradaron cuando a la vuelta se pusieron aún más las pilas, llegando incluso a costar alcanzar a alguno de ellos.
Marcha a parte, el campamento fue brutal también en todos los sentidos, por la experiencia de la construcción de los refugios y la dificultad (y posterior satisfacción) de cocinar en un fuego que nosotros mismo hemos encendido. Se veían refugios de todos los tipos y clases (algunos de aspectos más abstractos y otros que recordaban totalmente a una canadiense) e infinidad de torpezas a la hora de cocinar, por parte de todos, pero se veía que lo estaban pasando en grande, estaban disfrutando, estaban aprendiendo y haciendo, o afianzando, buenas amistades. En definitiva, un campamento del que, como ya viene siendo costumbre (y que así siga), me hizo volver muy satisfecho, con la sensación de haber avanzado un poco más en mi labor como scout y, lo que es más importante para mí ahora mismo, en mi aprendizaje como responsable.
tallerdedrogadicción a Estella. Ya os contaré cómo ha ido, si me es posible pasarme.
Nada más, pronto empezaré también con experiencias atrasadas, como el campamento de Navidad. Que tengáis buena semana y sed buenos y, si no lo sois, al menos, pasároslo bien ;)
Parte del grupo scout SJA asistente a la acampada de Delegación |
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